domingo, 18 de mayo de 2014

La Realidad

¿Qué nos pasa?,
estamos vivos,
todos nosotros lo estamos,
y aun así,
nada es lo que parece,
ya que a veces nos trastocamos,
nos hinchamos,
pero al final nos desinflamos.

Cuando caminamos sobre las nubes
(no las del amor),
manejamos el ruido,
lo interiorizamos,
lo creamos,
e incluso con él,
nos engañamos,
pues en el fondo,
somos silenciosos,
como gusanos.

Existimos a cada instante,
y nos repetimos,
sin sentido,
solamente,
cuando el amor está perdido.

El amor,
ese tan complejo y sencillo,
tan iluso y sencillo,
tan extraño y sencillo.
No lo conocemos,
pero sí está,
y lo sabemos.
Ya que nos abandona,
a cada día,
a cada hora,
a cada segundo,
y sin embargo,
con él,
despertamos de esa imagen artificial.
Él es todo y nada;
subimos los muros con su fuerza,
lloramos con sus añoranzas y recuerdos,
vivimos con su expresión más repleta,
tan repleta como lo sencillo.
No es mentira,
pues no es difícil el amor,
sólo es complicado de estudiar,
de analizar,
incluso de pensar,
pero en lo importante,
en su expresión a veces irracional,
es sencillo como la verdad.
Y aunque nos golpee con fiereza,
cuando la naturaleza es demasiado restrictiva,
está ahí también para levantarnos.
Nos dice: ''No eres infinito, vas a acabar'',
más tarde nos cuenta: ''Quiero ser infinito, como tu soñar'',
y finalmente nos susurra: ''Recuerda, mientras yo dure, existirás''.

Porque no es un traidor,
ni un perro faldero,
tampoco una ilusión,
ni siquiera un deseo,
es una historia,
que comienza desde cero,
cuando fijas tu mirada atentamente,
y sin quererlo caes perpetuamente.
Ahí el contrato estará firmado,
algo habrá decidido que cuando te acerques a lo amado,
sientas sentido,
y a la vez un hueco petrificado,
que nunca desaparece,
pero que te anima,
a volver a lo estimado.
Y justo en ese instante ya sabes que morirás,
y sobretodo,
que entre esos vaivenes dolorosos,
vivirás.

¿Lo harás?

No hay comentarios :