martes, 8 de julio de 2014

Mi Eterno Retorno

Ayer estaba en ruinas,
hoy soy menos lo que era,
la vida se cierne sobre mi mentira,
el fuego es todo lo que fuera.

La memoria se marchita,
junto al incienso en primavera,
como también se fundió mi amargura,
en el fulgor de la candela.

No paramos de llover,
entre tantos campos en sequía,
y el corazón no puede más,
grita, como en anarquía.

Hallar respuestas bajo el lodo,
tan arduo se vuelve,
que ya no vamos al fondo,
solo cincelamos con la mente.

El desenlace me encuentra,
siempre lo hace,
pues yo no sé buscarlo,
entre colinas y peajes.

Y en un paseo observo,
un inmenso castillo,
que brilla por su extrañeza,
por la inmensidad de lo desconocido.

Y las cumbres que fustigan,
peldaño a peldaño,
extenuando lo físico,
diluyendo lo esperado.

No hay retorno,
ni tampoco ''verdades'',
tan solo estamos yo, tú,
y un universo inexpresable.

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